Después de dormir largas horas uno sale a la calle todavía aletargado, observa el movimiento continuo de las calles, la gente trabajando (en especial los “viene vienes”) y pregunta (aparentemente en silencio) ¿cómo es que sigue y sigue? ¿no nos agotaremos todos algún día? Para cuando te das cuenta eres el neurótico y te estas gritando dentro de tu cabeza estas cosas.