Wednesday, June 03, 2009

Se rentan computadoras. Síver:
Kishi Yamakasahi

Extracto
“Otra vez la vuelta al trigo”
En un cibercafé escribía un joven disciplinado que intento una y otra vez cigarro y cigarro recobrar un estado divino que tuvo hacia no mucho tiempo. He ahí que el mismo se esforzaba hasta cuasiclavarse de cabeza tipo cyberpunk búsqueda de organizidad, orgiástica, extática y trance eterno. Penso:
“La totalidad dentro de una unidad confunde mata, es un sistema transparente y visual. Reconocía pues, la idea de revolución rondaba su cabeza no era aún concepto dentro de el mismo”
Luego llegó a la idea de que una revolución era karmática en término de justicia eterna
La magia consiste en encontrar a aquel que se fue, regreso y desaprendió para explicar al que sigue como irse.
“Conocerte a ti mismo o conocer al otro”
Devinió pensando el joven.
Era un cybercafé y era una tarde de agosto y era otr a tarde como todas a punto de la comida, de repente apareció un cepillo en una taza. ¿Cómo penso?
Esto que escribo debe ser mentira. Algo he de inventar. ¿O? Tal vez esto que escribe sucede aquí y en otro lugar al mismo tiempo. Sólo así pensaba que podía llegar a descubrir el secreto de esta idea.
Una hamaca en la casa, la silla como una hamaca. Una hamaca en mi casa habré de tener. A veces las ideas rebotan, a veces los dedos duelen, a veces te acabas a ti mismo en cada frase constante, punzante y sonante. Cada palabra va y viene y vuelve a entrar en tu cabeza. Ahí en la corona un punto es suficiente para seguir una historia, cualquier historia sobre la estima de uno mismo y de los demás. La equidad consite en la velocidad. El sistema es un volantín de colores. Los colores son pecas. En las pecas encontramos la profundidad del otro, la cognosibilidad infinita de la existencia del otro. ¿Qué he sido que soy? Veme. Pensó. ¿Qué hubó? Recordo. Pues guerras una y otra vez. O momentos o ritmo o guerras o momentos, o chiflidos pájaros alegres consetudinarios, mezclas, remezclas, músicas y seguimientos. En general chismes y determinaciones otróricas.
Alterno a sí mismo, loco y cansado, deseoso de seguir escribiendo hasta caer de lado. Con una frase concluyente se disolvia todo lo que había en su mente, vete tu a saber si todo lo que sucedía en derredor, vete tu a saber que era lo que era el derredor. Vete finalmente a saber que carajos era dios. Dios es palabra le dijo su papá. Pero si la palabra es un señor, el dijo, que empieze el señor, o mejor la neta que no empieza, o que no hubiera empezado. Su archirrival Mexicano insitía que la vida era logro, maravilla, suceso singular mágico e imposible por que simplemente era lo mejor que había. ¿La pregunta es no quién sufre más ni quien sufre más? La pregunta es quien es más chingón, más rápido, más valiente.
El joven Nashakawi insitió la vida se tiñe de colores, creo a cada letra que escribo. En mis manos puede ver ideas, ideas que son conceptos que son ideas. Ritmo que es energía y que es continuom. Vida que es suicidió y no más no menos sacrificio.
 
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