Tuesday, June 26, 2007

Si alguien pasa por aqui hagame el favor de decirme si estos ensayos se entienden. Estoy escribiendo este tipo de cosas

Para la gramática

Homenaje al bocon de Wittgestein

La promesa de culminar un sistema, por ejemplo de seis palabras (el anterior) comienza y tiene fin, pero pone en cuestión la metafísica de la estética y la entropía lingüística.

1.La promesa de culminar un sistema.

1.1Promesa de culminar un sistema la.

1.2La de culminar un sistema promesa.

1.3La promesa culminar un sistema de.

1.4La

Lo que no se puede medir son los significados crecientes del lenguaje. Cosa obvia en la lengua viva. Por lo mismo un proposición que se resume en una cuenta finita queda a los azares del tiempo, o más bien a las posibilidades de un hiper-lenguaje donde cada palabra sea la otra.

Asi chomsky vive en una cabaña y en matemáticas no lineales descifrar lo que alguien más comenzó es un buen favor: acabaría siendo algo así como los límites de las matemáticas puras se encuentran allá donde nos salva la palabra(viva, qué viva, !qué viva¡), o en contra-argumento entender la vibración por ejemplo del cero.

6 a la 6= elige tu propia aventura. Si hacemos cuentas más o menos 1 de cada 2,400 lectores tendrán la noción de los libros que se llamaban elige tu propia aventura.

Monday, June 18, 2007

Atravesar la propia conciencia recorriendo la propia habitación, sus limites hasta la inconciencia donde no sabemos ¿quién somos? ¿Cómo hemos arreglado nuestro cuarto? Allá, o ahí donde nos invaden personajes, frases y discursos ajenos somos invitados al escape y al olvido. Cuando precisamente reinventar un recorrido sus nuevos limes, justamente entrañar un nuevo orden, previene de no extrañarnos.
Dormir: el problema son los brazos.

Friday, June 08, 2007

Para rascarse a gusto los codos hay que pensar en la eternidad.

Monday, June 04, 2007

Sueltos

Quien argumenta la gracia, como si estuviera seguro del porqué de la existencia, es el que se estira y se estira y cada vez le molesta más la espalda. Duda una y otra vez si para su columna a mayor fortaleza le seguirá mayor fortaleza. Los discos lumbares siguen tronando, a falta de fe, en estiradas que insisten en recordar algún sentido.

La molestia es la única que insiste en la búsqueda de expresión.

La maña es el sendero que nos sigue salvando.

Quien se ennecia en decir aquello que no le ha tocado, aquello que ronda su cabeza pero aun no ha descifrado, es como quien aprieta en el baúl todo lo que quiere olvidar y acaba por botarlo todo después de usarlo efímeramente. Como si quisieras armar una gran esfera en el cielo de tus palabras y sólo tenías que voltear de pasadita para observarla.

Las máscaras que formamos con nuestras manos sobre la cara acaban, frente a la inminencia de la luz, desvelándonos contra nuestras mentiras y malas intenciones. Atrás todas nuestras sombras.

El cepillo de dientes, la expiación de la lengua, sirve al decir verdad cuando dices mentí porque no todo es aliento.

Como hay que acostarse para por fin dormir en algún momento habrá que cargar la almohada piedra del sueño también en algún momento. Ni modo que ir tocándole de puerta en puerta a todos para el amor de la ortopedia. La lucha comienza en la horizontal de las esquinas en el cuarto, y la esfera que intentamos vislumbrar es la lucha por el cuerpo que nadie tiene, todos quieren, y a todos agota.

Nada más poético que alguien dormido de pie.

Querer ver para atrás como si de algún lado viniera lo que en realidad no necesitamos.

Estirarse los cabellos una y otra vez para arriba como si decir algo inteligente implicará el entendimiento.

Tanta desesperación en que te escuchen, te reconozcan, tanta libertad en el garabato.

Otra petición es el Apocalipsis, el sentimiento de escribir y escribir hasta que todos mueran.

Jalarse los pelos de la barba pensando en aniquilar a todos es una forma de amor bien expresada.

Picarse los ojos y ver colores es punzar mitologías bien recorridas.

Amanerarse es el estilo más buscado pero el más fútil

El lapsus no es sólo el desliz de la conversación, el lapsus es toda la brutalidad de la conversación que no hemos pensado.
Abrieron clínicas de adicción para que el espíritu se erice, se ilumine y explote. Se llenaron nadie se oía si mismo. Nos hicimos adictos a los demás y a la finta.
 
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